Toronto no es un gran destino en lo que se refiere a la calidad gastronómica, pero sí en lo que se refiere a la variedad. Una ciudad tan extremadamente multicultural, con tantos barrios de comunidades diferentes, tiene que ofrecer forzosamente una enorme oferta gastronómica de diferentes cocinas del mundo.
En el caso de Toronto esto se cumple perfectamente y uno de los grandes atractivos de la ciudad es, precisamente, la posibilidad de saltar de barrio en barrio, de comunidad en comunidad, disfrutando en pocos kilómetros de una auténtica ruta gastronómica mundial.
Antes de entrar en detalle con la gastronomía y los restaurantes, necesitamos tener en cuenta algunas consideraciones previas. La primera, es importante tener en cuenta cómo funcionan las propinas y los pagos en los restaurantes. La mayor parte de los sueldos de los camareros -en algunos bares o restaurantes especialmente exitosos, incluso, la totalidad- procede de las propinas de los clientes cuando pagan la cuenta, por lo que es obligatoria a la hora de pagar. La cantidad varía dependiendo de nuestras impresiones, pero suele estar entre un 10 y un 20 por ciento. Lógicamente, tendremos a los camareros mucho más pendientes por ofrecernos un mejor servicio que en Europa.
Otro aspecto importante a la hora de tener en cuenta es que los precios de la carta tampoco incluyen los impuestos indirectos, que en Ontario son el 13%. Esto supone que, a la hora de pagar, entre los impuestos no incluidos y la propina, el precio final puede llegar a ser aproximadamente un 25% mayor al que nos muestra la carta.
En Toronto nos encontramos muchas posibilidades diferentes a la hora de comer. Entre ellas están los restaurantes tradicionales, los pubs o los food court de los grandes centros comerciales. Dependiendo de nuestro tiempo, nuestras ganas o nuestro presupuesto podremos acudir a una u otra.
Los pubs
Toronto cuenta con muchos pubs y bares de inspiración entre británica, irlandesa y estadounidense, por definirlos de alguna manera. Hay una gran cantidad de descendientes de irlandeses, por lo que la estética del pub irlandés está muy extendida. También lo está la estética más norteamericana del sports pub, a donde acudes a seguir eventos deportivos. Sea como sea, los pubs son uno de los recursos más habituales no sólo para beber, sino también para cenar en la ciudad.
La comida de los pubs no presume de ser especialmente elaborada, ni sana -ni lo pretende-. Es, básicamente, una comida que pretende servir como cena informal o para complementar la bebida, incluso a veces compartiéndola, como en el caso de los nachos o aros de cebolla. Las hamburguesas o algunas ensaladas en la opción más sana son también habituales. No obstante, las reinas indiscutibles de este tipo de gastronomía son las alitas de pollo, omnipresentes en cualquier bar que se precie.
Muchos de los pubs disponen de ofertas especiales cada día que suelen publicitar a la entrada. Si no es así, siempre está bien preguntarle al camarero si tienen algún special del día en comida o bebida, ya que quizá podamos ahorrarnos algo de dinero.
Las alitas de pollo están en casi cada pub de Toronto, incluso con cadenas de pubs y comida rápida especializadas en ellas como St Louis o Wild Wing. Para los nachos, los más clásicos de la ciudad son los de Sneaky Dee’s en la intersección de College y Bathurst.
Los food court y los centros comerciales
Los food courts son los patios de los centros comerciales dedicados a la restauración. Suelen ser zonas amplias, con sillas y mesas, alrededor de los cuales se han instalado decenas de puestos de comida -generalmente rápida, pero de todo tipo-. Suele ser comida barata, sin pretensiones gastronómicas, aunque dependiendo del tamaño del centro comercial habrá mayor o menor variedad, llegando en algunos -como en el Eaton Centre- a ofrecer comida de todo tipo: desde las tradicionales cadenas de comida rápida, hasta ensaladas ecológicas, pasando por comida asiática, griega o árabe. Dado que funcionan con el horario comercial, la inmensa mayoría de ellos cierran con las tiendas, a media tarde, y no sirven para cenar.
Cada pequeño centro comercial de barrio que se precie tiene su propio food court, pero en el centro de la ciudad hay dos lugares que se llevan la palma: el Eaton Centre y el PATH.
El Eaton Centre es, evidentemente, el mayor centro comercial de la ciudad y cuenta, por supuesto, con el mejor food court de la ciudad, con varias decenas de puestos diferentes de comida de diferente temática y precio. Ocupa el sótano del edificio y casi siempre encontramos sitio disponible en las mesas, aunque ya sólo con la cantidad de empleados que trabajan en las tiendas del local se llena en las horas punta.
El PATH, por su parte, es la ciudad subterránea. Bastante complicada para movernos, si no estamos acostumbrados, pero todo un pequeño centro comercial para la gran cantidad de personas que trabajan en los edificios que están situados encima de él. Cuando caminamos por él, en algunos lugares se nos abren pequeñas plazas con mesas rodeadas de restaurantes que permiten una comida rápida y barata a los empleados que trabajan en el Downtown o a quien pase por allí.
No obstante, dentro de la impersonalidad de estos food court, hay una fantástica excepción en el centro de la ciudad. El tradicional St Lawrence Market cuenta con un pequeño food court en el sótano en el que se vende comida para llevar de diferentes puestos, mucho más auténtica y sabrosa que la comida rápida. El tipo de comida depende del dueño del puesto, por lo que hay buena variedad internacional.
Finalmente, otro food court con personalidad y buena calidad en su comida es el del enorme supermercado Loblaws en la intersección de Carlton y Church.
Restaurantes formales e internacionales
Hay dos zonas de referencia para los restaurantes más formales en Toronto. La principal es la zona de King Street West entre Spadina y University- en la zona de Entertainment District– con pequeños restaurantes en edificios bajos. La otra es la elegante The Annex, con restaurantes de bastante buena calidad y precio elevado.
Hay también una serie de restaurantes elegantes, pero más juveniles y menos formales, en algunos establecimientos concebidos originalmente como cafés, pequeños bares u hoteles en Queen Street West o en el área de Roncesvalles Village.
Sin embargo, otro tipo de restaurantes algo más sencillos abundan en toda la ciudad de Toronto. Los restaurantes internacionales son frecuentes, especialmente en los barrios de las distintas comunidades étnicas. El Downtown es variado en oferta -salvo en zonas como en Chinatown, muy marcadas étnicamente-, pero en los barrios predomina el restaurante de la procedencia étnica de la misma comunidad.
Uno de los encantos de Toronto es la posibilidad de cambiar de diferentes tipos de comida en apenas unos kilómetros. Basta con cambiar de barrio para encontrarnos con bares y restaurantes étnicos. Algunos son más elegantes y pensados para todo el público en general, mientras que otros estarán más enfocados a la comunidad del barrio. Dependerá de nosotros en cuál entremos. No obstante, eso no quiere decir que todos los restaurantes del barrio sean del mismo tipo, ya que siempre hay algo más de variedad.
Podemos empezar el mapa de la comida internacional con zonas como Chinatown (Spadina y Dundas), con establecimientos de todo tipo de comida asiática en general y china en particular y especial relevancia de los restaurantes de Dim Sum. Para seguir con la comida asiática, podríamos saltar unas calles hacia el norte, a Korea Town en el área de Bloor Street West; o saltar al este de la ciudad con la pequeña zona china en el entorno de Broadview o el barrio indo-paquistaní de Gerrard Street East. A ello hay que añadir los pequeños restaurantes de sushi, tailandeses o vietnamitas que se esparcen por toda la ciudad.
Por su parte, para probar comida europea podemos acercarnos a Little Italy, con lugares tan típicos como el Café Diplomático, o a la vecina Little Portugal, ambas en el entorno de Dundas Street West. Al oeste del Downtown están también las pequeñas comunidades polaca, lituana y ucraniana. En el este de la ciudad, mientras tanto, Greek Town -al comienzo de Danforth Avenue- también ofrece una amplísima oferta de restaurantes.
En verano, cuando el tiempo acompaña, es interesante también ver si podemos coincidir con alguno de los festivales callejeros puntuales de las comunidades, donde podremos encontrar decenas de puestos de comida. El festival griego de Danforth, el ucraniano de Bloor Street West o el polaco de Roncesvalles son especialmente coloridos.
Otras curiosidades
Llama la atención la importancia que se le da al desayuno. Muchos cafés, restaurantes, bares y pubs tienen platos especiales para el desayuno- básicamente a base de huevos, salchichas, bacon, patatas u otros ingredientes elegidos por el cliente- hasta una determinada hora del día. Dependiendo del tipo de desayuno que queramos y la hora en que lo comamos, puede incluso sustituir al almuerzo.
La parte anglófona de Canadá no tiene mucha tradición de gran gastronomía, pero sí que ha adoptado como propio un plato típico de Quebec: la poutine. En realidad, es algo tan básico como una base de patatas fritas a las que se le añade salsa de carne, pedazos de queso suave y pedazos de otros alimentos a elección del consumidor. Es una auténtica bomba de calorías y se ofrece muchas veces en establecimientos de comida rápida.
Es también habitual encontrar tiendas en los barrios donde se ofrece comida preparada para llevar, así como algunos supermercados de nivel medio/alto en la ciudad disponen también de este tipo de productos. Es una manera de comer que, por lo general, es barata y de buena calidad.
La comida rápida está por todas partes con cadenas de hamburgueserías, pizzerías, tiendas de bocadillos, alitas de pollo, comida asiática o burritos. En el centro encontraremos también carritos de perritos calientes que están bastante bien de precio.
Hay, también, mucha tradición de café para llevar. La cadena Tim Horton´s es toda una institución en Canadá y le hace una competencia más que digna al omnipresente Starbucks con el mismo tipo de productos. No obstante, junto a estas franquicias de café, son muy frecuentes las pequeñas tiendas de café de barrio que ofrecen un café y bollería de mejor calidad que las cadenas.
Por cierto que, hablando de cafés, es muy interesante pasarse también por la zona de Kensington Market, con algunos de los cafés más alternativos y curiosos de la ciudad. Si tenemos tiempo, además, podremos pasarnos por Wanda’s Pie in the Sky, que tiene posiblemente las mejores tartas de la ciudad.